En caso de despido, siempre es bueno estar preparado.
Te llaman al despacho del jefe y ya sabes para qué: para ese momento más delicado en tu carrera laboral. Piensas en todos tus gastos, en que vas a dejar de acudir a ese lugar donde pasas tanto tiempo y que te sirve también como lugar de reconocimiento tanto social como profesional.
Pero el despido no tiene que suponer “tocar fondo”. Aunque siempre nos toma por sorpresa, debemos aprender a gestionar una situación que le puede pasar a cualquiera, independientemente de su posición en la empresa.
- Llegará el momento de la frustración y del enfado. Pero no pierdas el tiempo y pasa a la fase de “tengo que ser responsable” y afróntate al problema con perspectiva y autoestima.
- El fracaso del pasado debes dejarlo ahí, en el pasado, para poder pensar en el futuro.
- La búsqueda de trabajo es un trabajo en sí: planifica, actúa de forma activa. Por ejemplo, puedes actualizar tu red de contactos.
Y ahora, ¿qué?
- Actualiza tu curriculum.
- Con el anterior paso, es posible que te des cuenta de que necesitas actualizar tu preparación: ¿Qué estudiar? Escoge un buen centro de estudios, con una metodología que te permita asumir tu objetivo (cursos a distancia, o bien cursos online, por ejemplo), y un programa con el que obtengas una titulación que te aporte valor.
- ¿Dónde buscar? Internet aumenta las posibilidades, y por ello hay que organizar y planificar la búsqueda en portales de empleo, prensa especializada, redes profesionales, consultorías de selección, etc.
- Sé positivo, actúa con calma y naturalidad.
Llega el momento de trabajar duro, empezando por trabajar sobre ti mismo. Las oportunidades seguro que aparecen cuando tengas una concepción real tanto de ti mismo como de la situación y del entorno del mercado laboral.
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