¿Cuantas veces escuchaste o te has dicho: "quiero ser mi propio jefe", "quiero trabajar solo para mi mismo". "quiero montar mi propia empresa", "quiero tener mi propio negocio"; o afirmaciones similares a éstas?; estas afirmaciones, deseos o sueños, pueden hacerse realidad, y no tienen porque quedar solamente en intenciones. Son muchas las oportunidades que se nos presentan en la vida para iniciar el negocio propio; solo que el miedo a dar el salto hacia la no dependencia es una de las razones por las que quizá, el trabajar para uno mismo, nunca llegue a concretarse. A veces los que parecen los peores momentos a nivel laboral suelen encubrir grandes oportunidades, apropiadas para decidirse a montar una empresa; al ser despedido de un empleo, por ejemplo, el primer impulso suele ser salir corriendo a conseguir un trabajo que permita ganar dinero acorde altrabajo anterior, seguramente que perder el empleo es una situación traumática y angustiante, pero puede ser una de las oportunidades para hacer negocios independientes que estábamos esperando, el empujón que hacía falta hacia una actividad independiente que otorgue libertad financiera, libertad de decisión, mayor creatividad, realización vocacional, y la posibilidad de comenzar el camino para ganar más dinero que lo que aporta un sueldo promedio. Si una empresa, un jefe o alguien estuvo dispuesto a pagarte una cantidad de dinero por realizar un trabajo, seguramente tienes por lo menos un talento, (o muchos más), los cuales pusiste, hasta ahora, a trabajar para otros; esos talentos puestos a trabajar para ti mismo te pueden redituar, no solo en la generación de mayores ingresos, sino como describíamos anteriormente, en una variedad de beneficios que te otorguen mayor bienestar, y una mejor calidad de vida; en definitiva, se trata de tomar el timón de tu vida en el área de los negocios, y de la de tus ingresos en dinero, lo que seguramente será conducir el resto de tus áreas de manera similar.
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